Los científicos han realizado muestreos en las cuencas de Villarrica, Catripulli, Melipeuco y Panguipulli
Chile es el segundo productor de salmones en el mundo, pero aún así, no existe en el país una legislación que vele por la conservación de los cauces de aguas que reciben el efluente de las múltiples pisciculturas que existen en el sur de nuestro territorio.
Investigadores de la Universidad Austral de Chile, en conocimiento de este fenómeno y del reporte de comunidades cercanas a las pisciculturas, iniciaron un estudio que les permitiera identificar los componentes de la materia orgánica que es emanada desde los efluentes.
Sin embargo, esta no es una tarea sencilla, como relata el Dr. Jorge Nimptsch del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la Facultad de Ciencias, «porque la materia orgánica es como una caja negra, ya que es una mezcla desconocida de sustancias que se van modificando constantemente y al someterlo a análisis con equipos convencionales (como cromatografía líquida), no podemos cuantificar esas sustancias, debido a que no sabemos lo que son», relato.
Para resolver este problema, Nimptsch propuso las mediciones de espectrometría de fluorescencias, análisis de los elementos causantes del enriquecimiento de nutrientes (eutrofización) y una espectrometría de masa es alta resolución con métodos de estadística de vanguardia, que les permitirían a los científicos conocer los componentes moleculares y potenciales estructuras de esta materia orgánica que está impactando los ríos y arroyos asociados a las pisciculturas.
El investigador de la UACh señala que no es fácil de explicar el mecanismo empleado, pero que a grandes rasgos se busca identificar el aporte de esta materia orgánica a los cauces, y si éstos son capaces de absorber esa contaminación y filtrarla.
Porque los ríos actúan con verdaderos hígados que purifican el agua mientras esta desplaza, gracias a los procesos biológicos entregados por el biofilm, que no es otra cosa que una estructura compleja de microorganismos que se hayan sobre el sustrato, sobre la arena y piedras de los ríos, y que van filtrando las aguas fluviales.
«La materia orgánica es una fuente de energía, porque está compuesto de carbono, nitrógeno, fósforo, y podemos medir sus tasas se incorporación a los cauces, con el fin de observar si el biofilm es capaz de transformar y degradar todo ese material», señaló.
Contaminación visible
Al responder si la contaminación es visible en los cursos de agua, el profesor Nimptsch se apura en señalar que claramente es observable y se puede apreciar con los crecimientos de hongos, aparición de gusanos y a veces muerte de peces, sumando a los olores de descomposición que emanan de los causes.
Sin embargo, el investigador expresó que en los últimos años las pisciculturas han adquiridos rota filtros, que a través de una centrífuga les permite eliminar el material sólido, devolviendo al cauce sólo lo que está disuelto.
Aun así, pese a estas medidas, la carga orgánica aún sigue siendo significativa de acuerdo al científico. «Hemos realizado un cálculo aproximado de la carga diaria de una piscicultura mediana a un arroyo, utilizando una técnica muy ocupada en Alemania, que nos indica cuántas personas son capaces de generar tal contaminación y el resultado no es menor, porque nos señala que necesitaría de una población de 5 mil habitantes, para equiparar la carga de material orgánico que desecha una piscicultura a un arroyo».
Toda la información que estará disponible una vez terminado el estudio, debería servir a las autoridades, encargadas de la toma de decisiones, para saber dónde autorizar una piscicultura, sí el cauce aledaño tiene las condiciones de diluir y de transformar (limpiar) todo ese material, con el objeto de no introducir cambios significativos en los servicios ecosistémicos que presta un río.
«En nuestra posición de científicos, no queremos que se dejen de producir salmones, sino se trata de encontrar las formas de monitoreo adecuadas y de buscar las posibles formas de tratamiento de las aguas servidas que ingresan a los cauces fluviales. A su vez sirve para conocer quiénes está realizando un buen trabajo con sus residuos y quiénes no, y vigilar el potencial impacto que se provoca a otras comunidades o personas que se sirven de los ríos, en temas tan sensible como la extracción de agua para potabilizarla», señaló.
Colaboración alemana
Los investigadores alemanes Dr. Daniel Graeber y Dr. Norbert Kamjunke, trabajaron durante el verano en la Universidad Austral de Chile, gracias a los fondos del Proyecto Fondecyt 1130132 y del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD).
Durante la estadía de los invitados, se realizaron muestreos a cuatros cuencas, en Villarrica, Catripulli, Melipeuco y Panguipulli para comparar como afecta el aporte de materia orgánica de distintas pisciculturas a los sistemas fluviales.
Entre las diversas mediciones de parámetros constan el carbono, nutrientes y bacterias, además de los típicos análisis físico – químicos. A su vez se realizarán mediciones de espectrometría de masa de alta resolución en Alemania utilizando un «Fourier Transform Ion Cyclotron Resonance Mass Spectrometry (FTICR-MS)» equipo relativamente escaso y que permite tener la noción de la estructura molecular de moléculas orgánicas desconocidas y ver grupos reactivos.
LINK A LA PUBLICACIÓN DEL DIARIO AUSTRAL DE VALDIVIA http://www.australvaldivia.cl/impresa/2015/05/03/full/cuerpo-reportajes/11/