+Proyecto se desarrolla en laboratorios de genética y de ecofisiología energética de ICML y sus labores de campo se ejecutan en la Estación Experimental Quempillén, uno de los centros ostrícolas más importantes del país.
Las ostras son uno de los moluscos más apetecidos en la gastronomía nacional y sin embargo es un bivalvo difícil de encontrar. Desde hace varias décadas que en Chiloé se realizan cultivos de ostras, pero lamentablemente esta actividad ha disminuido abruptamente en los últimos 20 años y esto se ha visto agravado por el florecimiento de algas nocivas.
En respuesta a lo anterior, investigadores del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas (ICML) de la UACh, están desarrollando un proyecto FONDEF IDeA ID16I10018, que busca, a través de la investigación e innovación, re-posicionar el cultivo de ostras para así abrirle las puertas a un demandante mercado nacional e internacional.
El director del proyecto el Dr. Jorge Toro, ha estudiado a estos animales por más de dos décadas y explica que: “La ostra nativa chilena ha sido un recurso muy apetecido por el mercado gracias a sus características organolépticas. Sin embargo, en los últimos años no ha existido un interés por cultivarla debido principalmente a su lento crecimiento. El presente proyecto tiene entre sus objetivos principales, mejorar la tasa de crecimiento a partir de poblaciones que demuestren una mayor capacidad de detoxificación a la toxina paralítica generada por Alexandrium catenella”, detalló el Dr. Toro.
Por otro lado, el académico y experto en ecofisiología, Dr. Jorge Navarro comenta respecto a la importancia estudiar el efecto de las mareas rojas en ostras. “Estudiaremos la dinámica de intoxicación/detoxificación que permitirá conocer la capacidad que tiene la ostra chilena tanto para acumular la toxina paralizante en sus tejidos (intoxicación) como para eliminarla (detoxificación). De esta forma, podremos conocer el tiempo que necesita la ostra para alcanzar los niveles tóxicos para su consumo (80 ug STXeq/100 g carne) y también conocer el tiempo requerido para eliminar la toxina y así alcanzar niveles adecuados para el consumo humano. Esta información es relevante para los pescadores, cultivadores y comunidad en general, ya que permitirá entregar estabilidad al mercado de la ostra, considerando que los florecimientos de algas nocivas son impredecibles. Ejemplo de ello fue el evento del 2016”, puntualiza.
Por su parte, el Dr. Pablo Oyarzún, investigador de este proyecto, afirma que la ostra chilena es probablemente el molusco con mayor potencialidad en el contexto de diversificar la acuicultura nacional. “Entendemos que la fuerte dependencia de la salmonicultura no es una buena estrategia para el mercado acuícola nacional. Es por ello, que este proyecto apunta en posicionar la ostra chilena no sólo en el mercado nacional sino también en el internacional, donde las ostras planas logran alcanzar un precio muy atractivo para los productores”. Agrega que la ostricultura es una actividad asequible de implementar, por tanto, podría llegar a ser una actividad de alta competitividad. Sin embargo, es importante realizar investigación y se espera que este proyecto siente las bases para el cultivo sustentable y competitivo de un producto endémico.